sábado, 26 de junio de 2010

Cosa de tiempo


Más de un año. Sí, hace más de doce meses que no sentía la calma que hoy por fin siento.Recuerdo como tiempo atrás todo se volvía difícil, angustiante. Días que me parecían eternos y semanas que tomaban su tiempo en irse. Un año de pérdidas, dolor, desgano. Ese que quería que acabara pronto, pero como un capricho de la vida, se demoraba en pasar. Caminaba con un peso sobre mis hombros y con dudas que en vano intentaba responder. Me desilucioné de varios a los que creí amigos y había dejado que el hombre al que más había amado, se fuera de mi lado. Por estúpida, por decir tanto sin pensar en las consecuencias. En poco tiempo había perdido demasiado.

Un día no pude más y llorando me tendí sobre las piernas de mi mamá. Una mujer sabia, admirable y única. La misma que acariciando mi pelo me dijo: "hija, tranquila, el tiempo pasa y la gente buena es la que siempre triunfa". Me pidió que callara y que la rabia no me conquistara. Que el amor de verdad no se deshacía fácil y que cuando el otro ama, siempre regresa. Frases y consejos que no me hacían sentido; palabras que no me daban el consuelo que tanto buscaba. Pero le hice caso y el tiempo poco a poco comenzó a convertirse en mi amigo. Lo evitaba, pero sin darme cuenta se transformó en mi aliado. Así, a finales del año pasado comenzaba por fin el cambio que tanto quería. Ingresé a Chilevisión en busca de la anhelada práctica y conocí gente maravillosa. Amigos que hasta hoy conservo y que hicieron esos días inolvidables. Salidas a terreno agotadoras, pero con camarógrafos y choferes encantadores. Semanas precedidas por elecciones presidenciales y un gobierno de derecha, que después de más de 20 años, volvía al poder.

Sin embargo, el punto crucial y de partida fue el terremoto. Sí, suena ilógico, pero esa madrugada del 27 de febrero marcó un antes y después. En medio de los gritos, del miedo y la desesperación que sentía al estar completamente sola mientras todo se movía, vinieron a mi cabeza las personas más importantes. Mi madre, la primera, a quién fui a buscar corriendo a nuestro departamento. Aún siento ese abrazo. La apreté tan fuerte, que casi la desarmo. En pocos minutos pude abrazar al resto de mi familia y por otros, supe que algunos de mis amigos se encontraban bien. Pero alguien me tenía intranquila, nerviosa. Sí, era él. El hombre que había perdido hace algunos meses. El amor que se me había escapado de las manos. Esa noche entendí lo que realmente significa un 'te amo'; cuánto pesan los años de relación incondicional. Y parece que él también lo entendió, porque en medio de mi angustia, de la gente que desesperada corría de un lado a otro, apareció. Sí, como una película. Lo divisé en medio del tumulto afligido y corrí sin pensar en nada más. Lo abrazé y le dije todo lo que tenía guardado desde hace tantos meses. No dejaba de mirarlo y con sopresa escuchaba cómo, en un esfuerzo inmenso, había cruzado toda la ciudad para verme, pidiéndole a desconocidos que lo llevaran es sus autos hasta mi casa.

Allí estaba, una de las personas qué más amo y he amado. Con quien aprendí que en pareja los errores son mutuos y las culpas también. Que el tiempo puede ser una carga, pero un aliado para quienes realmente están predestinados. El hombre con quién, sin pensarlo, decidí pasar parte de mi Año nuevo. El que muchas veces me llamó, pero se quedaba callado al otro lado de la línea; al que me lo topé, como una jugarreta del destino, aquella noche en el Liguria. A quien esperé, convencida de que algo como lo nuestro no se acababa tan fácil.

Hoy me río y decifro cada cosa que nos pasó mientras estábamos separados. Esos encuentros, esas llamadas en las que sólo buscábamos escuchar la voz del otro. Todo, todo me hace sentido. Me siento feliz, calmada, intentando poco a poco canalizar aquello que me hizo mal y perdonando a quienes me fallaron en el camino. Todo vuelve a su lugar. Anoche -quizás por eso me decidí a escribir- mi mamá vino hasta mi pieza y sonriendo me dijo: "Viste ¿Recuerdas lo que te dije un año atrás? Sonríe negra, que Dios tarda pero responde". Y sí, vaya que respondió. Estoy dichosa, con motivos de sobra para sonreír y sin esa carga que sentía en mi cuerpo hace algún tiempo. Conservo a mis verdaderos amigos, a mi familia y a la tuya, que nunca dejó de preocuparse por mí, incluso, cuando estábamos separados. Y te conservo a tí, a quién no necesito decirle más por estas vías. Lo sabes todo. Eres mi apoyo, mi respaldo, mi ilusión, mi amor. Nunca dejaste de serlo; nunca dejamos de serlo el uno para el otro.


8 comentarios:

  1. FERNANDA HERNÁNDEZ

    se supone que esto va a parecer como anónimo pero filo jijiji que lindo lo que escribiste Betty de verdad me gustó mucho fue con el corazón Que bueno que estes feliz y que todo vuelva a la calma tienes razon el tiempo siempre le da la razon a la gente que actua bien con dios siempre como guia me alegro por ti y que el amor siempre triunfe. un besito espero que estes muy bien y suierte en lo que queda de la universidad ya seras toda una profesional beshos y mas beshos

    ResponderEliminar
  2. Gracias linda! un abrazo, espero verte pronto. Éxito en todo.

    ResponderEliminar
  3. Beitaaaa!!! me encantooo!onda me emocionooo
    todo lo que dijiste es asi... pucha que se demora pero llega... algun diaa.
    parecia una de esas peliculas romanticonas que me encantaan jaja pero era TU pelicula REAL!! :D
    que rico que estes asi de bieen! y sin tener que tragarte cosas taan bknes!!
    exito en todoooo lo que queda para cerrar una etapa y lo que se viene despuees!
    te mando un besote!!

    ResponderEliminar
  4. La que esperó harto26 de junio de 2010, 18:10

    Linda!!

    Linda tu y linda tu historia

    Ojalá mi cuento hubiera terminado asi como la tuya...hace un año que di corte final a esa relacion q me costo tanto terminar, ahora solo estaría contenta si supiera q la otra persona no me odia ni se arrepiente de todos los años ricos q nos regalamos.

    Recién viviendo un nuevo amor..kizas mas pleno, mas seguro, y mas comprometido, pero nunca nunca arrepentida de lo ya vivido.


    Tu peloliso, esa q viaja por tus lados derepente.

    ResponderEliminar
  5. Linda mi pelo liso, eres dmm linda como para que la otra persona se haya arrepentido. Un besooooo! recuerda llamarme cuando andes por mis barrios

    ResponderEliminar
  6. SEBASTIAN ARANEDA !!!!!!

    QUE HISTORIA TAN LINDA PRIMA. ESAS HISTORIAS ASI SON LAS QUE NO MUEREN PASE LO QUE PASE NO HAGA CASO A LA MALA INTENCION DE LA GENTE LA ENVIDIA Y EL COMIDILLO EN MUCHOS SOBRA ,,, LES DA ENVIDIA Y DESPECHO VER A GENTE FELIZ ASI COMO USTEDES CAPACES DE SUPERARLO TODO ADEMAS NO HABIA POR DONDE PERDERSE KJAKJAKAJKJA LA QUIERO PRIMA MUCHO.

    ResponderEliminar
  7. Juan Pablo Valdebenito Mujica20 de julio de 2010, 14:38

    Tu narración me emocionó mucho, es muy lindo todo lo que escribiste y me trajo el recuerdo de mi propia historia, de la cual ya han pasado muchos y que hoy miro feliz para atrás. Te felicito, y es muy sabio lo que decía tu madre, el tiempo todo lo cura, hay que dejarlo pasar y si uno derecho y actúa correctamente frente a los demás siempre obtiene un premio al final.
    Te deseo lo mejor, mucho éxito en el futuro y sigo siendo un admirador de tu trabajo
    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias, Juan Pablo. Qué agradables y lindas palabras, te lo agradezco. Un abrazo!

    ResponderEliminar

Descárguese aquí.·